La historia del fútbol en México tiene un punto de partida conmovedor y pintoresco: en el corazón de Real del Monte, Hidalgo, nació la primera cancha de fútbol en el país. Esta ciudad, conocida por su auge minero en el siglo XIX, se transformó en un rincón colonial británico gracias a la presencia de trabajadores ingleses que, además de su legado arquitectónico, trajeron consigo el deporte del fútbol.

En la época dorada de la minería, los trabajadores británicos que se establecieron en Real del Monte solían organizar partidos de fútbol los domingos en lo que fue la Mina de Dolores, aproximadamente en 1825. Esta mina, una de las más importantes del estado de Hidalgo, se convirtió en el escenario donde los primeros balones de cuero rodaron en suelo mexicano.

La cancha de fútbol estaba ubicada en las inmediaciones de la mina, en una zona semi inclinada que conducía a las calles del centro del pueblo. En este terreno, los trabajadores ingleses disfrutaban de emocionantes encuentros de fútbol que duraban 70 minutos cada domingo. Así, de manera informal, nacía la pasión por este deporte en suelo mexicano.

Pero el legado no se detuvo allí. En Real del Monte, nació el primer equipo de fútbol mexicano, el "Pachuca Athletic Club", creado por los mismos mineros ingleses, muchos de los cuales provenían del condado de Cornwall. Este club histórico sentó las bases para el desarrollo del fútbol en México y dejó una huella imborrable en la historia del deporte en el país.

Hoy en día, una pared en Real del Monte lleva un letrero que lucha contra el olvido de esta historia única: "Aquí se jugó por primera vez el foot-ball en México". Encima del mensaje, se representa a un jugador con una camiseta verde intentando arrebatarle la pelota a su rival, vestido de azul. Es un recordatorio conmovedor de que el fútbol en México nació en este lugar, que se encuentra a dos mil 750 metros sobre el nivel del mar y que aún guarda vestigios de su importancia histórica.

Aunque la cancha original se ha transformado en un estacionamiento con el paso del tiempo, el espíritu y la importancia de este lugar como cuna del fútbol mexicano perduran. Real del Monte, este "pueblo mágico" en el estado de Hidalgo, se mantiene como un testigo silencioso de cómo un deporte se arraigó en el corazón de los mexicanos y se extendió por todo el país, en lo que parece ser un regalo que llegó "cerca del cielo".